El mantenimiento que le das a tu calzado determina su tiempo de vida útil. Mientras más esmero pongas al cuidado, más duraderos serán. Uno de los más delicados de conservar son los fabricados con piel. En Calzados Club Verde te traemos una guía para cuidar tus zapatos de cuero.

¿Por qué cuidar tu calzado de cuero?

El cuero es un material duradero pero también delicado. Se puede ensuciar con facilidad y si no tienes los cuidados necesarios, se dañan rápidamente. Asimismo, este material se reseca con el tiempo si no se acondiciona con regularidad. Obteniendo una apariencia agrietada y áspera que le resta encanto.

La limpieza y el acondicionamiento son fundamentales para que tu calzado de cuero permanezca como nuevo. Sobre todo si son zapatos de vestir para caballero. La elección de los productos que utilizarás para el tratamiento es muy importante. Debes elegir productos de mantenimiento que no dañen la superficie de tus prendas.

Guía para cuidar tus zapatos de cuero

Al momento de hacer mantenimiento a tus zapatos, debes cerciorarte del tipo de cuero específico para que lleves acabo la limpieza ideal. Ya que ciertos productos no son aptos para todo material. Esto te permitirá elegir los artículos de cuidado indicado, entre los cientos disponibles en el mercado.

Recuerda que debes asear tanto el interior como el exterior de tu calzado. En el primer caso, debes realizarlo siempre en seco para evitar la humedad y proliferación de hongos. Al utilizar cremas comprueba que sea apta para la piel. Si tus zapatos tienen cordones, lo primero que debes hacer es quitarlos y lavarlos aparte.

Prepárate para hacer mantenimiento a tus zapatos de piel e instrúyete sobre los accesorios de calzado que debes tener a tu alcance.

zapatos de cuero

Para cuero gamuzado

Para cuidar tus zapatos de gamuza debes adquirir un cepillo de gamuza y pasarlo por el exterior del calzado cuando esté seco. Hazlo siempre en la misma dirección. En caso de conseguir una mancha, realiza la tarea vigorosamente. De igual forma, te recomendamos aplicar aerosol protector de gamuza antes de estrenarlos y cuando estén limpios.

En caso de que estén manchados, para la gamuza oscura puedes utilizar una goma de borrar aplicando presión moderada. Si el material es claro debes vigilar siempre que las herramientas de limpieza estén pulcras. De igual forma, para eliminar manchas difíciles te aconsejamos emplear una pequeña cantidad de vinagre blanco con un paño. Deja secar completamente y luego cepilla.

Para cuero cosido

Este material es típico en algunas botas y mocasines como los Callaghan América. Se caracteriza por ser un cuero rígido. El polvo es su principal agente perjudicial ya que se adhiere a sus juntas. Se recomienda lavar en seco con un poco de limpiador ligero en gel. Lo ideal es frotarlas con movimientos circulares. Haciendo uso de un cepillo de dientes o de uñas.

Para eliminar manchas en este tipo de material, te sugerimos aplicar vaselina con un paño que no deje pelusas. Una toalla de microfibra sirve para realizar el trabajo. Si el caso es nutrir el calzado, utiliza una esponja y emplea cera neutra para zapatos o muebles. Realiza movimientos circulares siempre.

Para cuero engrasado

Para mantener el brillo y la flexibilidad de la piel engrasada hay que alternar las técnicas de limpieza en seco y húmedo. Lo primero que debes hacer es eliminar el exceso de polvo o barro que puedas recoger con un paño húmedo. Luego, con la misma toalla y un detergente que no dañe el material, frota las manchas. Y por último, retira el producto con un paño seco que no deje residuos.

Para mantener el cuero elástico y evitar las grietas, aplica una capa de cera neutra. Además, debes lustrarlo con un paño. Si deseas protegerlo de las manchas de agua, te sugerimos utilizar un impermeabilizante en aerosol. Para emplearlo debes colocar el zapato a 10 cm de distancia de la salida del producto y dejar secar.

Para cuero teñido

Este tipo de piel se logra al añadir acrílico para colores en el cuero cosido. Con estas prendas hay que tener cuidado especial. El uso de productos químicos podría decolorarlos o mancharlos. Asimismo, se recomienda utilizar aceite de cocina para su limpieza. Se debe aplicar con la ayuda de un cepillo o esponja que esté pulcro y seco.

Para su conservación es ideal utilizar cera incolora o, en su defecto, del mismo tono que el zapato. Esta tarea se debe realizar con movimientos suaves y envolventes. De igual manera, es conveniente protegerlos con un impermeabilizado de cueros en aerosol.

Para charol

El charol es un cuero impermeabilizado con capas de barniz de poliuretano. Esta técnica le concede su brillo característico. Este tipo de calzado merece un cuidado especial. Deben guardarse en bolsas de tela para evitar rayones y prestar mucha atención al caminar para evitar roces que pudiesen dañarlos.

Puedes quitar la suciedad de estos zapatos utilizando una tela de gamuza, que es suave al contacto con la prenda y no lo dañará. Si la mancha es muy difícil, está permitido humedecer el trapo con agua y luego secar la zona con uno paño seco del material indicado.

En casos extremos, puedes emplear un quitaesmalte que no contenga acetona en su composición. De no tenerlo, también sirve una mezcla de agua con vinagre. Para conservar el brillo de tus zapatos de charol aplícales un poco de vaselina con una mota de algodón.

Cuidados generales del calzado de cuero

Existen cuidados habituales que te ayudarán a prolongar la vida útil de tu calzado de cuero. Técnicas de guardado, la selección de los productos de aseo y los lugares donde utilices este tipo de prendas son importantes para su conservación. Sigue las siguientes recomendaciones para el cuidado general de tus zapatos.

  • Limpia antes de guardar. Es indispensable que guardes tu calzado de cuero sin restos de polvo, lodo, manchas de agua u otro agente que pueda dañarlos. Realiza una rutina de limpieza posterior a su uso.
  • Almacena adecuadamente. Te sugerimos guardar sus zapatos en un lugar donde no queden expuestos a luz solar. Además, la zona debe estar climatizada, no debe haber excesos en las temperaturas. El armario, el zapatero o debajo de la cama, son sitios idóneos. Si pasarás más de un mes sin usar tu calzado, rellénalos con papel sin ácido. Esto te ayudará a mantener su forma.
  • Evita guardar zapatos húmedos. Almacenar el calzado sin haber secado puede ocasionar que se deforme y que adquieran mal olor.
  • No envuelvas en plástico. El calzado de cuero debe respirar, si lo vas a envolver debe ser en papel sin ácido. El plástico deforma y destiñe las pieles.
  • Impide amontonar los zapatos. Evita colocar un zapato sobre otro, ya que podrían rayarse.
  • Verifica los productos. Antes de aplicar cualquier químico de limpieza a tu zapato, verifica que sea el adecuado para el material. Si todavía tienes dudas, haz la prueba en una zona pequeña que no sea muy visible.
  • Ten cuidado donde pisas. No es recomendable que lleves tu calzado de cuero en días lluviosos, cuando hay charcos por doquier. También debes evitar el césped si son de charol.

Consejos para mantener la suela de tu calzado

Al igual que la parte vistosa del calzado, las suelas también necesitan cuidados. Cabe recordar que este el punto más expuesto al desgaste, en especial si es de piel. Darle a esta zona el mantenimiento adecuado evitará que se deteriore con facilidad. Para ello es importante que sigas el siguiente procedimiento.

  1. Límpialas con agua tibia y jabón. Realiza esto con ayuda de un paño de microfibra.
  2. Sécalas con un trapo. Una vez limpias, utiliza un paño seco de microfibra para retirar el exceso de humedad.
  3. Encera uniformemente. Cuando las suelas estén secas en su totalidad, aplica una fina capa de cera hasta que quede bien cubierto el cuero.
  4. Cepilla con cuidado. Para pulir tus suelas, cepíllalas luego de encerarlas. Debes hacerlo como en la parte superior del zapato: con movimientos circulares.

Recomendaciones de uso

Parte de la conservación de tu calzado también depende del buen uso que les des. Además de tener cuidado con los sitios en donde lucirás tus zapatos de pieles, también es importante cuidar del interior de los mismos. Tu higiene y el estado de pie juegan un papel fundamental.

  • Utiliza calcetines. Más que al calzado, te protege de la formación de ampollas.
  • Aplica vaselina. Si existe una zona del zapato que roce con tu piel, aplícale un poco de vaselina. Así evitarás las molestias y el desgaste de la prenda.
  • Mantén tus pies secos. La humedad causa ampollas y mal olor tanto en tus pies como en el calzado. Emplea talco o desodorante para mantenerlos secos.
  • Vigila la pedicura. Cuidar tus pies de la resequedad, así como evitar afecciones como uñeros y hongos es parte fundamental de la higiene interior de tu calzado.

Esperamos que esta guía para cuidar tus zapatos de cuero sea de utilidad para ti. Si todavía tienes dudas sobre este tema, contáctanos. Siempre estamos atentos a tus comentarios.

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